martes, 11 de septiembre de 2012

FERIAS Y FIESTAS DE LA VIRGEN DE LA VEGA 1913


Una pertinaz lluvia acaecida durante la mañana fue la causa de que la concurrencia a la corrida de toros no fuera la esperada. Presidió el festejo,con acierto, el concejal del Ayuntamiento de Benavente don Eulogio Ortega.
Los cinco toros de Carreros lidiados fueron finos, bien presentados y resultaron nobles en todos los tercios. Mataron doce caballos.

Según la crónica de Juan Petit, que en esta ocasión firma como Un Anciano, Punteret estuvo valiente, trabajador y acertado con el estoque. Fue muy aplaudido.

Como sobresaliente actúo Vega, que mató al último de los toros con media lagartijera de efecto fulminante. Salió a hombros.

Acompañaron a Punteret formando parte de la cuadrilla, Pataterito y Fresquito con la capa y las banderillas y Pontonero como picador.

CAIRELES Y PITONES

Me dicen de Benavente que «la cosa está que arde».
No me sorprende: la alegría y el buen humor, de los simpáticos hijos de la bonita villa, corren parejas con sus cariños por el forastero, y estos no pueden ser mayores.

Las tradicionales ferias y fiestas de la Virgen de la Vega, han comenzado con inusitada animación y si «por las vísperas se conocen los santos», a buen seguro que el de Benavente lo celebraremos con «repique general de campanas; pero de campanas que se oirán más que la histórica de Santa Marina».

El debut de la excelente Compañía del notable actor Simaco R Sepúlveda, garantiza el éxito de la brillante temporada. Todos los artistas consiguieron hacerse aplaudir y demostraron que el conjunto es sencillamente admirable.
Doy, pues, por descontados, muchos aplausos y no pocos triunfos de taquilla.
Lo celebro.

Y vamos a clou de los festejos: la gran corrida de toros en que serán sacrificados seis de la acreditadísima vacada de Carreros por el arrojado diestro Juan Cecilio, Punteret, y su buena gente.

Los elementos que integran la fiesta autorizan a profetizar un excelente resultado: al popular charro Juanito, como le llamamos sus amigos, le preocupa constantemente el crédito de la divisa y cifra su único orgullo en acreditarla más y más : al coso benaventano, seguro estoy que el escrupuloso fabricante de reses bravas mandará cinco que honrarán el hierro de la casa.

Un aficionado que los ha visto, me afirma que en presentación y tipo nada dejan que desear y han de satisfacer al más exigente.
¿Del trabajo de los lidiadores? ... ni media palabra más: Punteret y su elenco saben como se arrancan aplausos, y como se ganan pápiros. Y de los unos y de los otros están sedientos.

Solo falta el complemento, como decía un viejo picador El sapo: la mucheumbre de presonas. Y esta la habrá ¡vaya si la habrá!

De Zamora, al menos, me consta que el número de aficionados; que nos trasladaremos a la alegre villa, será crecidillo, no solo porque el cartel merece el viaje, sino muy especialmente para demostrar a los hospitalarios benaventanos que estimamos en lo que valen sus nunca desmentidos entusiasmos por contribuir a dar brillo y animación a las fiestas que en la capital se organizan.

Cierto que no hay tren especial, pero no lo es menos y sirva esto de contestación a varias cartas que he recibido, que aprovechando el tren correo del lunes, se llega con tiempo sobrado para presenciar la corrida.
Yo, con una nutrida caravana, me trasladaré a Benavente en el mixto de mañana en la noche.

¿Quieren ustedes venir?
Se admiten cofrades.
¡ A Benavente!
¡A los toros!

Un Cojo sin muleta.
Heraldo de Zamora, 06/09/1913

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