miércoles, 27 de junio de 2012

HECHOS PASADOS : ACERCA DE LA FERIA DE SAN PEDRO DE 1913

El sábado 28 de junio de 1913 dio comienzo la tradicional feria de San Pedro con el disparo de bombas reales y cohetes. Los dos festejos que mayor atractivo ofrecen en esta edición, fueron la aviación, con la participación del intrépido aviador Garnier y la corrida de toros en la que se lidiaron seis toros de la ganadería zamorana de Santiago Neches, para Rodolfo Gaona y Rufino San Vicente, Chiquito de Begoña.

Heraldo de Zamora, 27/06/1913

Los concursos y exhibiciones de aviación constituyen en las primeras décadas del siglo XX un importante acontecimiento por el que todas las ciudades, grandes o pequeñas, competían. Contratar a uno de estos pilotos pioneros de la aviación era el mejor atractivo para un buen programa de fiestas. Volar era todo un reto, y quienes lo intentaban lo hacían con sus propios aparatos.

La corrida de toros resultó regular, algunas informaciones lo atribuyen a las ínfimas condiciones del ganado, salvando a los diestros, mientras que Un Cojo sin muleta, lo atribuye principalmente a los matadores, Gaona porque tenía miedo por el peso y tamaño de los toros y Chiquito de Begoña porque se encontraba convaleciente de una pulmonía.
El quinto toro, permitió a Gaona lucirse y obtener una ovación y el sexto toro tuvo que ser fogueado con las banderillas de fuego, suprimidas en el reglamento de 1952, y que en la actualidad están sustituidas por las banderillas negras. Las banderillas de fuego se aplicaban para castigar a los toros que no se habían dejado picar bien, incorporaban una carga de pólvora con una mecha que al ser clavadas prendía el explosivo, achicharrando la piel del toro y detonando unos petardos que atronaban los oídos.

La afluencia de forasteros fue extraordinaria, y durante la mañana del día 29, festividad del santo, infinidad de forasteros llegados de todos los pueblos de la provincia recorrieron las diferentes ferias, la de los ajos en la plaza del instituto, hoy plaza de Claudio Moyano y la de los aperos de labranza, en la plaza del cuartel de caballería en el barrio de la Horta.
Por otra parte, la feria de ganado mular, caballar, asnal y vacuno se vio desanimada, realizándose escasas transacciones.
Hoteles, fondas, cafés y casas de comidas registraban la gran aglomeración de visitantes, y los comercios se vieron llenos de público durante toda la mañana.

Señalar como anécdota que durante la madrugada, el toro destinado a sobrero, y que finalmente fue lidiado en tercer lugar, penetró en la cuadra de caballos por una de las ventanas allí existentes y remató a seis de los animales encerrados. Después pasó a las habitaciones del conserje señor Pedrero, donde arremetió contra la cama en la que dormía el joven Virgilio Pedrero San Vicente, ocasionándole un varetazo en el muslo derecho que careció de importancia.

El picador El Cid, fue trasladado al Hotel Suizo en un coche por padecer una conmoción cerebral a consecuencia de un golpe que le propinó uno de los toros lidiados.

El día 1 de julio el Heraldo en un artículo editorial afirma:

Ha quedado demostrado hasta la evidencia que la propaganda periodística influye en el bien general de los pueblos a la vez que les proporciona elementos de vida.
La campaña que por espacio de treinta días ha venido haciendo HERALDO DE ZAMORA, en favor de la corrida de toros verificada el día de San Pedro y mas tarde de la aviación, han dado grandes frutos y por ello hemos sido felicitados.
Con nuestra propaganda, hemos conseguido y esto no es jactancia, que el día 29 del pasado junio, nos visitasen millares de forasteros. que el comercio, el cual atraviesa hondísima crisis, realizara muchas ventas; que las casas de comidas vendieran todas las existencias, y por último, que al circo taurino acudiese mucho público.
Este fue nuestro objetivo, y lo vimos coronado por el éxito.
De lo hecho no nos arrepentimos y siempre que vengan ocasiones como la actual, haremos lo propio, convencidísimos de que así defendemos los intereses del Comercio, la Industria y en general de la población.
Los que ayer esperaban recibir emociones al reseñar nosotros el festival taurino, vieron sus propósitos chasqueados; somos zamoranos y como tales gustamos de que si arde la casa no se vea el humo.
Quien piense de otra forma, siendo Zamorano, no es amante de la patria chica y hay que declararle enemigo del pueblo que le vio nacer.
Responda el comercio y la población entera, si la campaña mantenida por nosotros en el HERALDO acerca de la feria de Sin Pedro, ha sido perjudicial a sus intereses
Nosotros tenemos la satisfacción de que sólo elogios ha merecido nuestra labor y que contamos con la confianza del Comercio, por el cual estamos dispuestos a quemar hasta la cartuchera.
Que conste.”

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