viernes, 10 de febrero de 2012

DE HERODES A PILATOS

En honor a la verdad, la Comisión organizadora no tiene suerte. Si ya venían lamentando la lesión sufrida por Ricardo Torres, Bombita acaecida el 17 de mayo en la Plaza de toros de Madrid, ahora hay que sumar una nueva preocupación pues el mejicano Rodolfo Gaona, toreando en Córdoba el 27 de mayo, fue cogido por uno de los toros, recibiendo un puntazo en el sexto espacio intercostal de cinco centímetros y dos de profundidad y un fuerte golpe en la región torácica anterior, de pronóstico reservado, que le ahoga y le impide hablar.

A medida que pasan los días, experimentará una notable mejoría, y pese a las advertencias médicas, recibirá en su habitación a todos los amigos y admiradores que hasta allí se trasladen, conversando con ellos y haciendo cálculos y pronósticos acerca de la fecha de su reaparición.

Gaona, además de recibir centenares de visitas, redacta personalmente los telegramas de contestación que recibe de fuera de Madrid y de España, animándole por su pronto restablecimiento.

A Ricardo Torres, Bombita le ha sido levantado el apósito, y aunque la lesión ofrece buen aspecto, los doctores Bravo y Decref que le atienden, han vuelto a colocar el pie lesionado en extensión continua, para que se active la cicatrización de las fibras musculares fracturadas.

Se espera que en unos días pueda abandonar el lecho, aunque deberá andar apoyado en muletas algunos días mas. Los médicos no concretan la fecha en que nuevamente pueda torear.



De Herodes a Pilatos.


Sobre la mesa de la Redacción tengo una carta escrita con singular gracejo por un queridísimo amigo y entusiasta aficionado de esta localidad, comunicándome las gestiones que hace el secretario de la Comisión, señor Tola, en la villa y corte del oso y del madroño, para conseguir que se despeje el horizonte taurómaco y podamos aplaudir en el ruedo del circo zamorano a los diestros Ricardo Torres, Bombita, y Rodolfo Gaona.

Dice mi comunicante que anteayer acompañó al representante de la Comisión en las visitas que realizó al Papa del toreo y al valiente diestro mejicano.

Ricardito, que en Madrid es un personaje, no pudo recibir a los zamoranos por encontrarse descansando en aquellos momentos.
Nuestros paisanos dando pruebas de ejemplar resignación se despidieron y marcharon a la calle de Castellote en la que habita Rodolfo Gaona, donde su apoderado señor Cabello, conversaba con el empresario de la Plaza de San Sebastián sobre el mismo asunto que llevaban los zamoranos.

Pasado algún tiempo, nuestros paisanos tuvieron acceso a la habitación donde se encontraba el arrojado diestro, paisano de don Porfirio Díaz, siendo recibidos con exquisita amabilidad por el torero herido.
Un ratito de charla sobre toros y Rodolfo que se hallaba animadísimo y dispuesto a trabajar en su arrojada profesión, confirmo a los señores comisionados que la cogida no tuvo, afortunadamente, la gravedad que se le dio en un principio, teniendo propósitos de torear el día 14 del actual en Plasencia.

Los comisionados salieron complacidos y satisfechos de los buenos propósitos del matador mejicano, al cual veremos Dios mediante, trabajar en el coso zamorano en las próximas ferias de San Pedro y ejecutar sus hermosas verónicas y gaoneras, con la maestría y elegancia que sabe hacerlo el simpático Rodolfo.

Por la tarde, el señor Tola visitó al matador sevillano Antonio Fuentes, que accidentalmente se encuentra en Madrid, quien se mostró tan generoso como siempre con los zamoranos, poniéndose incondicionalmente a disposición de los mismos por si querían utilizar sus servicios mas de una fecha.

El dueño de La Coronela se despidió del señor Tola, haciendo promesa de torear en Zamora con los mismos reaños que empleaba cuando alternaba con el famoso torero cordobés Ángel Guerra, Guerrita, y meterse en los bolsillos de la chaquetilla a Rodolfo Gaona y Ricardo Torres, Bombita.

¿Será verdad tanta belleza, como relata mi íntimo amigo Enriquito?

Ya se verá, el tiempo corre y pronto habrá ocasión de comprobar la verdad de cuanto escribe.

Un Cojo sin muleta.
Heraldo de Zamora, 01/06/1912

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